La Diana Cazadora

La Diana Cazadora

En lo alto de una fuente, con el arco tensado hacia el cielo, la Diana Cazadora apunta sin dudar. Colocada sobre Paseo de la Reforma en 1942, su nombre original no era Diana, sino la "Flechadora de las Estrellas del Norte". Sus creadores, el arquitecto Vicente Mendiola y el escultor Juan Fernando Olaguibel, concibieron una obra que trascendía la caza para apuntar a la esfera celeste, aunque su desnudez pronto la convirtió en el centro de un gran escándalo público.

Al principio, su figura desnuda escandalizó a la sociedad conservadora de la época, impulsando a grupos como la Liga de la Decencia a exigir su remoción inmediata. La presión fue tal que, en 1944, las autoridades optaron por cubrir la estatua con ropa interior, un acto que fue unánimemente criticado y que duró apenas unos días, dejando el monumento mutilado al intentar quitarle la vestimenta. Finalmente, la obra original fue retirada y sustituida por una réplica que es la que se admira hoy en día.

Detrás de este símbolo de belleza y rebeldía se ocultó un secreto por más de 50 años: la identidad de la modelo. Helvia Martínez Verdayes, una joven secretaria de Pemex en aquel entonces, fue la musa que posó para Olaguibel. Por temor a represalias y a perder su empleo, guardó su participación en silencio, aunque la estatua se convirtió en un referente de la capital. La historia de Helvia es una de larga espera, de una mujer que vio su cuerpo inmortalizado como símbolo de fuerza, pero cuyo rostro no fue añadido a la obra y cuya contribución solo fue reconocida oficialmente décadas más tarde.

Entre el tráfico, las luces y los rascacielos, su silueta es una pausa que recuerda otra forma de belleza, la que no obedece a las convenciones y que, orgullosa, siempre apunta más alto.

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