Popotla

Popotla en náhuatl significa "entre carrizos huecos o popotes" un indicio de su antigua geografía lacustre. Este barrio de la alcaldía Miguel Hidalgo se niega a ser un simple apéndice de la urbe. En su centro late la historia con una intensidad casi palpable encarnada en el tronco superviviente del ahuehuete.

Este árbol conocido por siglos como el de la Noche Triste, el lugar donde Cortés lloró su derrota de 1520, ha sido rebautizado por la voluntad vecinal como el Árbol de la Noche Victoriosa. Este cambio no es una simple corrección toponímica se trata de una acción de descolonización de la historia un acto de orgullo colectivo impulsado por la insistencia de sus habitantes que buscan resaltar la resistencia mexica de Cuitláhuac y la rica cultura que fue cuna civilizadora.

La dualidad de Popotla se manifiesta en sus capas arquitectónicas y sociales. Durante el Porfiriato este pueblo prehispánico asentado junto a la antigua calzada que unía Tenochtitlan con Tlacopan se transformó en un escaparate de la élite con grandes residencias caballerizas y quintas.

Sin embargo esta capa de elegancia histórica convive hoy con las realidades urbanas de la inseguridad y un visible incremento de la población en situación de calle. Es un barrio que en sus límites geográficos desde la zona industrial hasta el Casco de Santo Tomás abraza tanto el pasado militar con el antiguo Colegio Militar de 1910 como el rumor popular que convirtió una casa en Cañitas en escenario de leyendas.

La vida comunitaria late con fuerza en Popotla como si sus habitantes se negaran a vivir solo del recuerdo. Popotla es en esencia la conjunción de esos escenarios de historias épicas, de triunfos inesperados y profundas cicatrices con el día a día dando un significado monumental al sencillo tejido de la vida cotidiana.