
El Cine Apolo
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Por Iván Del Rivero
El Centro Histórico de la Ciudad de México fue uno de los primeros espacios urbanos en nuestro país donde el cine encontró un entorno fértil para su desarrollo. Su impacto fue tan significativo que contribuyó directamente a cambiar el paisaje urbano, al motivar la construcción de cines y recintos de gran tamaño, reflejo del valor que este nuevo medio adquirió para los capitalinos.
Uno de esos espacios emblemáticos fue el Cine Apolo, ubicado en la colonia Guerrero, sobre la avenida Santa María La Redonda número 168 (hoy Eje Central Lázaro Cárdenas), y haciendo esquina con la calle Degollado. Muy cerca de la vecindad donde nació Mario Moreno "Cantinflas", y de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
El emblemático Cine Apolo abrió sus puertas en 1948 con una impresionante capacidad para 3,650 espectadores, lo que lo convirtió en uno de los recintos cinematográficos más grandes de su tiempo. Sin embargo, su historia tuvo un trágico giro: en 1968 fue devastado por un incendio. Tras el siniestro, el edificio quedó abandonado hasta ser finalmente demolido.
El Cine Apolo, aunque hoy solo viva en la memoria, fue testigo de una época dorada del cine en México. Su historia es también la historia de una ciudad en transformación y de un tiempo en el que el cine no solo se veía, sino que se vivía.